Como el bus es más grande nos acoplamos cada uno en dos asientos o más. Nos dirigimos a una zona que se llama Chapare. Aquí veraneaba Hernán cuando era pequeño. Se caracteriza por una gran riqueza en fauna y flora, y por ser además es una de las zonas más lluviosas del planeta. El Chapare es también conocido por el cultivo de la hoja de coca (nota al final de la entrada).
A la hora y media de viaje hacernos una paradita. En la laguna Corani. Es un embalse que tiene una central eléctrica y provee de agua a la zona. Tomamos un refrigerio vemos la laguna y la piscifactoría. Aquí apreciamos que el paisaje ha cambiado. Es todo más verde y hay árboles. Estamos a 2.500 metros. A partir de ahora empezamos a bajar.
Buen detalle que el bus lleve agua caliente para hacer té, cacao, zumos, y algunas cosas de comer, empanadillas, panecillos con mermelada. Aquí cualquier cosa menos hambre.
Cruzamos un cañón y la vegetación se hace mucho más densa, es un poco como el norte de España pero con cadenas montañosas más altas.continuas.
En cierto punto hay un control fijo de droga. El conductor tiene que abrir el maletero y nos hacen bajar a todos del bus. Se sube un policía y lo revisa por dentro. Afortunadamente no llega a más, como que nos hagan abrir las maletas. Subimos y continuamos viaje. Ya se va notando el calor. Estamos a 1.900 metros. La carretera combina asfalto, con pistas de tierra en estado muy regular y tramos empedrados.
Estamos a 900 metros. Hemos pasado de la construcción con hielo al adobe y aquí las casa que vemos son cabañas de madera, la mayoría algo elevadas del suelo. En ninguna falta la bandera boliviana.
Al entrar en el departamento de Villa Tunari, otro control. Hacen parar el bus a la derecha y dos policías suben, echan un vistazo por encima y se van deseándonos buen día. Cada vez que alguna retención vendedoras ofrecen frutas y plátano frito a los coches. El platano frito esta bueno, se parece un poco a las patatas fritas.
Después de comer esperamos al monitor de rafting en la plaza del pueblo y cuando llega nos dirigimos al río Espíritu Santo.
Se presenta nuestro monitor, Gino. Nos da una clase rápida sobre remo y las instrucciones que nos va a dar: adelante, atrás, izquierda atrás, izquierda adelante y dentro, y lo que hay que hacer en cada caso. Nos toma un poco el pelo viendo la cara de preocupación de algunas. Un poco de lío pero bueno, a ver que pasa. Nos metemos en el agua y practicamos, es un poco desastre. Mi preferida es dentro. Te metes dentro de la balsa y aguantas las embestidas del mar y los choques con rocas.
Vamos repartidos en dos barcas. En una van los jóvenes con Hernán y los demás en otra.
Hacemos un recorrido de 14 kilómetros, hay zonas más divertidas y otras de agua más calma que nos da una tregua para recuperarse. Que estrés.
Paramos en una orilla del río a la derecha al lado de unas rocas. Sobre una ellas un endeble trampolín. Algunos saltamos. Da un poco de vértigo, sobre todo el trampolín tan estrecho.
Nos cambiamos ropa seca, unos en el bus, otros en unas duchas que hay un poco alejada, otros detrás de algún árbol. La agencia del rafting es www.facebook.com/boliviarafting. Los monitores son geniales y majísimos.
Hacemos el checking en el hotel Los Tucanes (tripadvisor). A nosotros nos toca una habitación con terraza y vistas al río. El hotel es muy bonito, son como casitas entre jardines y bastante vegetación. La wifi prácticamente no funciona excepto momentos puntuales y muy escasos. Necesita algunas pequeñas reformas en las habitaciones. La terraza del restaurante al lado de la piscina genial. Cansados, ducha y cena a las 8. Ha sido un día divertido.
A descansar.....
Nota: Coca en el Chapare
Como me ha interesado el tema de la coca, he estado informándome y leyendo algunos análisis. Comparto algunos de ellos aquí.
En cierto punto hay un control fijo de droga. El conductor tiene que abrir el maletero y nos hacen bajar a todos del bus. Se sube un policía y lo revisa por dentro. Afortunadamente no llega a más, como que nos hagan abrir las maletas. Subimos y continuamos viaje. Ya se va notando el calor. Estamos a 1.900 metros. La carretera combina asfalto, con pistas de tierra en estado muy regular y tramos empedrados.
Estamos a 900 metros. Hemos pasado de la construcción con hielo al adobe y aquí las casa que vemos son cabañas de madera, la mayoría algo elevadas del suelo. En ninguna falta la bandera boliviana.
Al entrar en el departamento de Villa Tunari, otro control. Hacen parar el bus a la derecha y dos policías suben, echan un vistazo por encima y se van deseándonos buen día. Cada vez que alguna retención vendedoras ofrecen frutas y plátano frito a los coches. El platano frito esta bueno, se parece un poco a las patatas fritas.
La vida transcurre a los lados de la carretera. Paradas de mototaxi (solo lleva casco el taxista). Pequeños vendedores y vendedoras ofreciendo sus productos...
Llegamos a Villa Tunari. Nos acercamos a una tienda de artículos tipo playa. Algunos compran zapatillas para el agua. Esta tarde hacemos rafting. Nos han dicho Ariel que es importante llevar calzado de agua que no se salga del pie. Así que la tiendecita hace el agosto con nosotros vendiendonos zapas de agua tipo zuecos de estas que están tan de moda.
Después vamos al restaurante San Silvestre (tripadvisor), a comer. La mayoría comemos pescado, muy rico, llamado surubí. Para probar y compartir pedimos otro llamado pacú, de carne algo más compacta. Los dos muy buenas. tal vez estemos ya saturados de tanta carne que hemos comido hasta ahora. También nos han puesto una ensalada. Todo mojado con unas huari. este restaurante tiene una terraza con unas vistas sobre el río geniales (que pena que estos turistas se hayan puesto en medio...).Después de comer esperamos al monitor de rafting en la plaza del pueblo y cuando llega nos dirigimos al río Espíritu Santo.
Se presenta nuestro monitor, Gino. Nos da una clase rápida sobre remo y las instrucciones que nos va a dar: adelante, atrás, izquierda atrás, izquierda adelante y dentro, y lo que hay que hacer en cada caso. Nos toma un poco el pelo viendo la cara de preocupación de algunas. Un poco de lío pero bueno, a ver que pasa. Nos metemos en el agua y practicamos, es un poco desastre. Mi preferida es dentro. Te metes dentro de la balsa y aguantas las embestidas del mar y los choques con rocas.
Vamos repartidos en dos barcas. En una van los jóvenes con Hernán y los demás en otra.
Hacemos un recorrido de 14 kilómetros, hay zonas más divertidas y otras de agua más calma que nos da una tregua para recuperarse. Que estrés.
Paramos en una orilla del río a la derecha al lado de unas rocas. Sobre una ellas un endeble trampolín. Algunos saltamos. Da un poco de vértigo, sobre todo el trampolín tan estrecho.
A 200 mts del trampolín terminamos el recorrido. En este momento, empezando a anochecer y saliendo del río, los mosquitos nos comen vivos. Nos habíamos echado repelente pero yo creo que encuentran las zonas menos protegidas, también el agua habrá quitado buena parte del protector. Yo tengo el muslo por detrás lleno de picaduras, luz en una pantorrilla tiene cerca de 20.
Misión cumplida¡¡¡¡
Hacemos el checking en el hotel Los Tucanes (tripadvisor). A nosotros nos toca una habitación con terraza y vistas al río. El hotel es muy bonito, son como casitas entre jardines y bastante vegetación. La wifi prácticamente no funciona excepto momentos puntuales y muy escasos. Necesita algunas pequeñas reformas en las habitaciones. La terraza del restaurante al lado de la piscina genial. Cansados, ducha y cena a las 8. Ha sido un día divertido.
Nos ponen pescado, el mismo de la comida, en estas ocasión en trozos más pequeños y rebozado, acompañado con arroz blanco. Para hacer la digestión nos tomamos un Chuflay. Muy rico. Hernán pide Singany sólo, para probarlo. Es un aguardiente de sabor suave.
A descansar.....
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Como me ha interesado el tema de la coca, he estado informándome y leyendo algunos análisis. Comparto algunos de ellos aquí.
Situación:
Diferentes gobiernos bolivianos, han intentado la erradicación de la hoja de coca con el fin de reducir la producción de cocaína, pero dejando cierta cantidad de hectáreas destinadas al consumo tradicional. Para esto, el gobierno contaba con el apoyo de la DEA (Agencia Antidroga) de Estados Unidos, como así también con el UMOPAR (unidad especial destinada a controlar las zonas rurales). Los habitantes del Chapare, una de las regiones más pobres de Bolivia, se resistían a dejar de cultivar la coca debido a que era su único sustento. Se produjeron violentos enfrentamientos entre productores cocaleros y efectivos de UMOPAR, que produjeron victimas, y la región ha vivido sumida en una fuerte tensión durante gran parte de los años ochenta, noventa y principios del siglo XXI.
En 2006 llega al gobierno Evo Morales, indígena aymara y líder de los cocaleros. Su lema "sí a la coca, no a la cocaína" resumía su rechazo a las limitaciones al cultivo de la hoja. Se eliminan las restricciones a los cultivos, mientras que al UMOPAR se le dan nuevas normas sobre sus funciones en la región. La política del nuevo presidente tensa las relaciones entre Bolivia y los Estados Unidos: Morales expulsa a la DEA. Como resultado, aumenta considerablemente la superficie cultivada de coca y crecen los temores en el ámbito internacional de que parte de esa producción se destine a producir cocaína. Morales inicia contactos con países como Brasil y Rusia, a fin de obtener tecnología y apoyo logístico para combatir el narcotrafico, rechazando las políticas más intervencionistas de EEUU.
Algunos enlaces con noticias sobre el particular, que reflejan el clima que ha vivido esta región de Bolivia: Noticia1 - Noticia2 - Noticia3 - Noticia4 - Noticia5 - Noticia6
Algunos análisis: (en la Web pueden encontrarse muchas referencias sobre este tema)
Causas y efectos económicos de la coca en el Chapare boliviano, Congreso Internacional de Latin American Estudies Association LASA, 2000.
Coca y conflicto en el Chapare, Kathryn Ledebur, 2002. WOLA (ONG que promueve los Derechos Humanos en las Américas).
El 94% De La Coca De Chapare No Pasa Por El Mercado Legal. United Nations Office for Drugs and Crime.
Movimiento cocalero en Bolivia. Violencia, discurso y hegemonía. Gazeta de antropología. 2004
En 2006 llega al gobierno Evo Morales, indígena aymara y líder de los cocaleros. Su lema "sí a la coca, no a la cocaína" resumía su rechazo a las limitaciones al cultivo de la hoja. Se eliminan las restricciones a los cultivos, mientras que al UMOPAR se le dan nuevas normas sobre sus funciones en la región. La política del nuevo presidente tensa las relaciones entre Bolivia y los Estados Unidos: Morales expulsa a la DEA. Como resultado, aumenta considerablemente la superficie cultivada de coca y crecen los temores en el ámbito internacional de que parte de esa producción se destine a producir cocaína. Morales inicia contactos con países como Brasil y Rusia, a fin de obtener tecnología y apoyo logístico para combatir el narcotrafico, rechazando las políticas más intervencionistas de EEUU.
Algunos enlaces con noticias sobre el particular, que reflejan el clima que ha vivido esta región de Bolivia: Noticia1 - Noticia2 - Noticia3 - Noticia4 - Noticia5 - Noticia6
Algunos análisis: (en la Web pueden encontrarse muchas referencias sobre este tema)
Causas y efectos económicos de la coca en el Chapare boliviano, Congreso Internacional de Latin American Estudies Association LASA, 2000.
Coca y conflicto en el Chapare, Kathryn Ledebur, 2002. WOLA (ONG que promueve los Derechos Humanos en las Américas).
El 94% De La Coca De Chapare No Pasa Por El Mercado Legal. United Nations Office for Drugs and Crime.
Movimiento cocalero en Bolivia. Violencia, discurso y hegemonía. Gazeta de antropología. 2004
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