Pasamos por sitios donde están asando chancho (como un lechón boliviano) al ladito de la carretera. En Bolivia hay tradición de juntarse los domingos a comer un asado o algo así. Y hoy que es sábado y fiesta nacional los chanchos están temblando (muchos se han exiliado).
El parque Carrasco es una de las 21 áreas naturales protegidas de Bolivia, ubicado en las provincias del Chapare y José Carrasco. Tiene más de 6.226 km2. El rango de altitud es muy amplio, va de 280 mts hasta los 4.717 mts. Tiene una gran diversidad de ecosistemas, con más de 3.000 especies de plantas en el área, y una importantísima fauna, cerca de 400 especies de vertebrados, 51 mamíferos grandes (oso de anteojos, jaguar, tapir, gato andino...), entre las aves, 450 especies, destaca el guácharo. En la entrada nos reciben dos guías del parque para realizar un recorrido,
El guácharo es una de las aves de especial atractivo turístico para el área por sus hábitos nocturnos y su relación trófica con las palmeras.
Para acceder al área protegida hay que cruzar un río y lo hacemos por arriba. Entramos en una cesta que cruza el río sobre dos gruesos cables metálicos. El guía va dando impulso sobre uno de los cables con la mano y de esta forma la cesta avanza. La verdad es que es muy chulo.
Una vez dentro seguimos un sendero angosto, la vegetación es exhuberante pero se nota estamos en la época seca, en la húmeda no se podrá ni andar. Según nos encontramos con determinadas plantas o cosas destacadas el guía se para y nos explica. La verdad es que no han sido de los mejores guías que hemos tenido.
El Palo Santo es un árbol que alcanza un tamaño de 4 a metros de alto, de corteza gris y lisa. Su madera es utilizada con fines curativos, tanto para curar los males del alma como del cuerpo (parece que tiene propiedades antidepresivas, diuréticas, antirreumáticas, anticancerosas, contra el estrés....y otras mil prescripciones.). Me voy a llevar tres o cuatro arboles de estos para Madrid. Solo hay que tener en cuenta que dentro anida una hormiga muy venenosa. Su veneno puede ser beneficioso.
Son impresionantes las grandes raíces. Son características de arboles muy altos, con alturas que pueden alcanzar los 60 metros, tal como el de la foto, llamado “Niño” o Gyrantera caribensiscon (el que se lo aprende tiene premio). Estas raíces góticas les ayudan a mantener la sustentación.
Las liana son un componente importante de la diversidad vegetal de los bosques húmedos tropicales.. Compiten con los árboles por la luz, humedad y nutrientes. Las comunidades indígenas utilizan las lianas para diversos usos como alimentación, artesanía y la construcción, entre otros. Además, lo más importante, sin lianas no existirían las películas de Tarzán (quién, por cierto, posó para lo foto).
Llegamos a las Cavernas del Repechón. Visitamos una cueva de Murciélagos. En este parque hay 86 de las 132 especies de murciélagos que hay en el país y son muy sensibles a cualquier alteración del habitat, por eso están muy especialmente protegidos. Aquí una guía de los Murcielagos del Parque Carrasco. Iluminando con la linterna conseguimos hacer alguna foto.
En otra cueva, vemos a los Guácharos. Es una de las pocas aves, y la única nocturna, que navega por ecolocación en condiciones de baja luz. Se alimenta en la noche de una gran variedad de frutas, lo que la hace única. La joya más preciada del Parque Nacional Carrasco. Antes de su protección los pobladores de la zona los cazaban para comer su carne y aprovechar la grasa de los polluelos como combustible. Salen en bandadas al anochecer para buscar comida para sus crías. Desde la entrada de la cueva nos resulto difícil verlos, lo que se movían lo hacían con rapidez sin salir de la cueva. Producen un sonido como de graznido, fuerte y potente.
Nos llamó mucho la atención este arbol, "el arbol que camina". Esta sostenido sobre sus raíces, que salen desde el tronco buscando el suelo. Las raíces son parecidas al tronco y forman una especie de pirámide en cuya cúspide esta el tronco. Su característica principal está en que mientras unas raíces nacen otras mueren lo que hace que el árbol se "mueva" según las raíces hallan tierra para alimentar al árbol (hasta varios metros). Puede llega a tener cientos de raíces.
En cuanto a fauna, aparte de los murciélagos y los guácharos, hormigas. Estas, según nuestros guías son también muy venenosas. Una en concreto provoca un dolor 30 veces mayor al de una abeja o una avispa. Por si acaso mejor no acercarse demasiado. Se llama tucandera u Hormiga bala (por el dolor que produce).
Corta, muy corta, esta visita, es la impresión de algunos y la mía propia. Nos quedamos con ganas de internarnos un poco más y de hacer un recorrido más largo en esta joya natural.
De vuelta en el Hotel Hernán y Ana se encuentran con el tío Cecilio y la tía Marta. Han traído cocos y nos dan a beber agua de coco. Esta buena, pero para mi un poco sosa (insípida). Guardamos el resto de cocos para la noche. Para el Chuflay.
Comemos con ellos en el restaurante del hotel. Al terminar me doy un baño en la piscina (creo que solo yo). Se produce un debate sobre que hacer a la tarde. Ana dice que el Parque la Jungla no merece la pena y propone descansar en el hotel para ir directamente al Parque Hormiga. Al final su idea no prospera y salimos rápido.
Llegamos al parque La Jungla. A partir de este momento nos proponemos hacer más caso a Ana para otra ocasión. La verdad es que es un parque de tirolinas y columpios gigantes muy rudimentario con colas excesivas. No merece la pena para nada. Este puente por ejemplo es imposible de pasar, pero por que está todo roto. Sofía lo intento y las paso canutas para bajarse. El mantenimiento es un poco deficiente.
La más destacable en que Alvaro, Sofía y Sara se lanzan desde un columpio de 18 metros. había que ser muy valiente solo para subir hasta la plataforma por dentro de la torreta de sustentación. Menos mal que Hernán se puso a organizar, si no aún estamos allí esperando la cola.
Nos recibe una guía y va describiendo (con alguna desgana, o eso me parece a mi) algunos de los animales que están dentro del parque. En el recorrido se puede observar un pequeño estanque con crías de caimán yacaré, y otros ejemplares adultos.
El camino prosigue y mientras se está disfrutando de la vista que tienen otras especies que están con sus crías a lado, como es el caso del jochi.
El conejo pintado, siempre protegido en su madriguera.
Y otros.
Y como no, la planta de la coca, que las famosas hojas no nacen solas.
Aquí un loro se hizo amigo de unos animales de una especia extraña y potencialmente peligrosa.
Partimos al hotel ya cansados. Empieza a anochecer. Hasta los más grandes tienen sus debilidades y muestran su lado humano.
Hoy es más pronto, así que tenemos tiempo después de cenar para relajarnos. Los chicos juegan al ping-pong y están en una zona de hamacas y los mayores vamos a prepararnos unos chuflays. Va Ariel a comprar singani etiqueta negra y hielo. El tío Cecilio y la tía Marta ha dejado unos cocos y lo preparamos en los mismos cocos. Primero con el agua de coco (no me encanta) y luego con sprite (mucho mejor)
Aparece el conductor, Nelson (hoy había un suplente), como era el día Nacional y es de un sindicato le ha tocado desfilar. Parece que es obligatorio.
Terminamos la botella de singani y voy a por unos pistachos que he traído desde Madrid, del Mercadona, que como cenamos tan pronto ya entra hambre. De charla en charla se hace la hora de ir a dormir...
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